Artes Menores:
Camarín Nuestra Señora de La Soledad(Fuente Obejuna)
El Camarín de Ntra. Sra. De la Soledad es la parte principal de la Iglesia del Convento de los Padres Franciscanos. Construido de mampuesto y piedra negra, es un cuerpo arquitectónico que presenta una planta inferior, a modo de sacristía y cubierta por bóveda de aristas y tres semicúpulas. La planta superior, el camarín, es una planta centralizada, en forma de dos rectángulos cruzados. Toda esta planta está cubierta por una cúpula semiesférica con óculos laterales donde destacamos su exuberante decoración, rematando en una pequeña torre en forma de linterna.
La cúpula descansa sobre unas pechinas de rica decoración rococó, como ángeles, tarjas, flores o unas cartelas en las que aparecen las palabras Ave María. Las yeserías están enriquecidas por el color, acompañadas de molduras de madera policromada con incrustaciones de espejos. El pavimento es de mármol, mientras que la escalera que accede al camarín es de piedra de jaspe, exceptuando dos de sus escalinatas en las que se utilizó una piedra similar.
El exterior del camarín está cubierto por cornisas de piedra tallada, de igual forma que las esquinas que forman los entrantes y salientes. En su fachada exterior encontramos una puerta a los pies de la iglesia, siendo un simple vano adintelado enmarcado por granito oscuro, mientras que la entrada de la Epístola, se encuentra flanqueada por pilastras, coronándose por medio de un frontón.
Una de las cosas importantes que se deben destacar es la luz, que dota al camarín de un gran encanto; es abundante e intensa, transmitida por dos ventanas laterales y por la propia cúpula. La elevada posición del camarín, sus lujos decorativos y su luminosidad hacen que la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad se presente como una aparición milagrosa, mientras que el camarín representa la imagen del cielo.
El camarín aparece como espacio de la divinidad y como el lugar más santo de la iglesia donde se aloja la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad, apareciendo algunos símbolos de la Letanía de la Virgen, el Cantar de los Cantares e incluso una leyenda en la que la Virgen goza de hija, madre, esposa y esperanza de salvación: "Hija del Eterno Padre y esperanza nuestra; madre del Eterno Hijo y esperanza nuestra; esposa del Espíritu Santo y esperanza nuestra." Es una verdadera joya de la arquitectura barroca religiosa del siglo XVIII, construido entre los años 1765 y 1766 a expensas de Doña Ana de Paula Montenegro.
Capillas y Retablo Mayor de la Parroquia Nuestra Señora del Castillo (Fuente Obejuna)
El Retablo Mayor se encuentra presidido por la Virgen del Castillo, titular de esta Parroquia, imagen de tamaño natural, en pie, de rostro redondeado con aspecto sonriente, cubierta con un manto que a su vez cubre la parte inferior del niño al que sostiene sobre su brazo izquierdo, de talla realista, quien, mirando el rostro de su madre, porta en su mano una fruta.
Este Retablo Mayor de estilo plateresco, dividido en cinco calles, siendo la central y las laterales más anchas con tres cuerpos sobre un banco o pedrela muy plana y de fuerte horizontalidad, de estructura clara ideado para colocar en las imágenes, mantiene en general un estilo que empieza a introducir los atisbos renacentistas en Córdoba. Su construcción data de los años 1523 a 1527. Cabe destacar dos hechos importantes: las puertas no se abren a la altura del suelo y no se abren hacia ninguna estancia, lo que hace suponer que no fue realizado para este lugar y, por otra parte, la calidad de la talla, de la imaginería y la propia arquitectura nos determinan que las imágenes podían proceder de un retablo anterior y fueron acopladas al mismo, sin embargo forman un conjunto cercano en la época entre imaginero y arquitecto.
Es un retablo de madera policromada dorada articulada con pilastras de orden corintio, decoradas con abundantes elementos vegetales. El remate del retablo no existe. El contenido de sus imágenes nos narran la Infancia y Pasión de Jesús, sin embargo no están colocadas en el orden lógico para el espectador, debido probablemente a la restauración y nueva ubicación del retablo en 1903.
En el lateral derecho se abre la puerta de entrada a la sacristía de madera tallada y dorada con lacería de atisbos mudéjares y ornamentación gótica. El resto ornamental de esta capilla lo forman dos lienzos de carácter popular del siglo XVII y XVIII, así como la sillería del coro que ha sido completada con los sitiales del convento de los Padres Franciacanos de la misma época.
Junto a la Capilla Mayor se encuentra la Capilla del Sagrario, presidiendo la nave del Evangelio, fundada por el chantre canónigo don Antón Ruiz de Morales, natural de esta villa, bajo la advocación de la Asunción de Nuestra Señora, grupo escultórico que preside el retablo.
Este retablo de tipología gótica de finales del XV y principios del XVI, consta de tres calles con dos cuerpos y un banco, todo realizado con madera dorada, es un conjunto de madera tallada y policromada de ascendencia nórdica que preside la Virgen de la Asunción en la versión popular del Medioevo. El resto del retablo lo componen siete óleos sobre tabla con fuertes influencias hispano flamencas de la escuela cordobesa del siglo XVI con influencias renacentistas, realizadas por el maestro de Fuente Obejuna.
Otros retablos e imágenes importantes dentro del conjunto ornamental de la Iglesia son: La capilla y retablo de la Virgen de Gracia, Capilla del Resucitado, Retablos colaterales del Sagrado Corazón, el Altar de Ánimas, Capilla del Baptisterio, Capilla de Santa Bárbara, Capilla de San Joaquín y Santa Ana, Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, Capilla de la Inmaculada Concepción, Capilla de Nuestra Señora del Rosario y las Pinturas Murales.
Escultura:
Escultura de Aurelio Teno (Fuente Obejuna)
Monumento emblemático en Fuente Obejuna, realizado por Aurelio Teno. Según el propio artista, la parte inferior de la escultura, fuerte y sólida, simboliza al pueblo, que en un esfuerzo titánico abre su boca en un grito de llamada a la libertad. Levanta su brazo con tres manos, símbolo de la unión. En la cúspide se sitúa una llama de fuego de labios cerrados, como el pueblo de Fuente Obejuna ante el Juez Pesquisidor.
Ntro. Padre Jesús Nazareno (Fuente Obejuna)
La escultura, de la primera mitad del siglo XVII, tiene los pies tallados, piernas hasta las rodillas, las manos y la cabeza. Por su característica de rostro sereno y mirada de esperanza que recuerdan a épocas anteriores al barroco, se le atribuye al granadino Alonso de Mena. En la oreja derecha tiene una espina clavada al igual que el Cristo del Gran Poder de Juan de Mesa, imaginero Cordobés por excelencia.
Las Potencias y Corona, son del Renacimiento en plata de ley parcialmente doradas. Hay que destacar la corona de espinas ornamentada con seis flores que en cuya parte central tiene unos angelitos fundidos en plata portando atributos de la pasión, que se diferencian de las coronas de su tiempo, pues éstos suelen tener piedras preciosas.
Esta imagen es portada en la noche del Jueves Santo en unas andas del Renacimiento de finales del siglo XVI, que pertenecieron al Cristo de la Vera-Cruz, posiblemente las más antiguas que se procesionan en Andalucía. Son del mismo autor que el retablo de la Vera-Cruz. Tanto el Cristo como las andas fueron restaurados en 1988 en el taller del imaginero cordobés Miguel Arjona, quien le incorpora cuatro faroles.
Pintura:
Pinturas Murales Iglesia Nuestra Señora del Castillo (Fuente Obejuna)
Cuenta la Iglesia Parroquial de Fuente Obejuna con pinturas al fresco realizadas sobre pilares, bóvedas y portadas de las capillas colaterales. Estas pinturas murales, realizadas en torno a 1494, se descubren allá por 1956 y suponen una extraordinaria muestra del arte cordobés de tradición hispano-flamenca de finales del Medievo. Son pinturas de autores anónimos, basadas en estampas de otros pintores por lo que no forman un conjunto pictórico global, que fueron sufragadas por donantes que representaban a los santos de su devoción, apareciendo incluso ellos mismos en dichas pinturas.
Pertenecen estas pinturas a la época fundacional de la Parroquia. Destacan pasajes de la vida de Cristo de clara influencia renacentista, también figuras con nimbos y orlas doradas con pliegues convencionales, de minuciosidad en su elaboración, de amplio fondo arquitectónico renacentista. Aún se encuentran un gran número de pinturas por descubrir.