La actividad agrícola es uno de los pilares sobre los que se ha asentado la economía de la comarca del Alto Guadiato. La actividad agraria aparece unida en la zona a la ganadera, por lo que destaca el gran número de extensiones dedicadas a herbáceas, plantadas con el fin de alimentar al ganado y asegurar su óptimo rendimiento, consiguiendo así una mayor calidad en los productos finales.
Dentro de la cabaña ganadera, la porcina juega específicamente un papel muy destacado por lo que las plantaciones de árboles son capaces de alimentar a las piaras en épocas de rigor, con escasez de alimentos forrajeros. Precisamente esta alimentación a base de frutos, bellota fundamentalmente, asegura una mayor calidad en la carne del cerdo y más competitividad, al tratarse de un producto muy preciado.
El cultivo de cereales está ampliamente extendido en localidades como Los Blázquez, con menor peso que la dehesa. Predomina el trigo, aunque con una fuerte implantación, cada vez más significativa de la avena, cultivo adaptado perfectamente a las condiciones de los suelos, no muy ricos en materia orgánica y nutrientes para las plantas, dado su escaso espesor y su asentamiento sobre materiales duros y de escasa relevancia en nutrientes.
En las zonas más pedregosas, con frecuentes desniveles, se ha introducido el cultivo de olivares, como medio de aprovechar zonas anteriormente improductivas con el cultivo más representativo de Andalucía, con unas plantaciones que en algunas comarcas han cambiado el aspecto del paisaje e integrado en él a sus habitantes.
El regadío está restringido fundamentalmente a la plantación de huertas familiares. Sin embargo, en los últimos años, y a partir de la puesta en explotación de embalses, se ha reactivado este tipo de explotaciones agrícolas, aprovechando, en los años hidrológicos favorables, la existencia de excedentes de agua. Este tipo de cultivos están extendidos sobre todo en Belmez, que aprovecha la mayor extensión de su término municipal y las aguas excedentarias del principal embalse de la comarca, Sierra Boyera.
La dispersión de las explotaciones es un hecho que ayuda a explicar el gran número de núcleos de población, las aldeas, forma de poblamiento característica del Alto Guadiato. Estas aldeas se forman en torno a las explotaciones agrarias y ganaderas, estando habitadas por pobladores muy vinculados por su actividad a su entorno.
Entre estas tradiciones conservadas, destaca en el caso de la agricultura el aprovechamiento de numerosas especies de carácter estacional, como las setas y espárragos en épocas lluviosas, muy abundantes en toda la comarca, o el aprovechamiento de flores silvestres e hierbas aromáticas y sobre todo de miel, de gran tradición y excelente calidad en toda la comarca del Alto Guadiato.